Una vez repostado agua en la fuente de la Ermita nos dirigimos hasta Marchena para bordear los pueblos de Cozvíjar, y Padul. Pasamos por el Suspiro del Moro, donde surge la avería nuestra de cada día, y llegada a Ogijares sobre las 13 horas. (A. Marín).
Tuvimos también la grata sorpresa de que dos compañer@s que hacía tiempo que no venían se volvieran a unir al grupo, como son Rocío y A. Requena. También vino nuestro entrañable amigo Eduardo, que anda muy ocpuado últimamente en otros menesteres. A las 13 h. hicimos la parada oficial en el Hornillo para reponer un poco lo gastado. (J. Carlos).
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