El domingo los valientes salieron y los cobardes se quedaron en casa. Tuvimos que improvisar una ruta ya que cuando íbamos por Loma Linda vimos que la lluvia estaba cayendo a base de bien por la zona de La Malahá, así que decidimos ir hacia el Llano de la Perdiz. Una vez allí y viendo que no había demasiado barro cogimos el carril de los Cortijos de Belén para llegar a Dúdar. La vuelta la hicimos por una ruta del colesterol desierta y pasadas las 12 ya estábamos de vuelta. El día acompañó y no nos mojamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario